Me he dado cuenta,
Al recorrer la historia detrás de mis entradas poéticas,
Que mis amores siempre han sido profundos.
Que mis ganas de escribirle al amor se convierten en lo que cada amor me ha entregado
En gran parte han sido ideas de un yo mucho más frágil de lo que quisiera admitir.
Con brazos abiertos y corazón parchado.
Que no se da por vencido y se convierte en ave que surca los cielos
Y se posa en cada línea que crea un cosquilleo
He encontrado el amor entre las lines de mis libretas.
He hecho un recuento de lo que sentí al trazar cada letra
Lo profundo que me quemaron los puntos suspensivos
Los puntos totalizantes de un final que quizá dolieron más.
Que quizá disfruté más.
Sin duda, encontré el amor en cada etapa mía.
Y en cada etapa se encuentra uno de frente al concepto que se tuvo de la vida.
En su suavidad,
En sus lecciones aniquilantes donde creí no volver a escribir más.
Pero escribí,
Y me doy cuenta que siempre creí escribirle a la imagen de lo que era para mí, el amor más grande.
Hoy me encuentro con las versiones de lo que he sido
Y no pienso en el amor a quién juraba escribirle.
No pienso en los dedos que me acariciaban la espalda.
Mucho menos en los labios que me envolvían la cara.
Pienso en qué casa me encontraba
Los desayunos que me preparaba.
Las historias que me llevaban de la mano por las oraciones trágicas de estas entradas.
Los deseos que sentía frustrados
Y también los amores que no se consumaban como quise que se consumaran
Pero no en los nombres detrás de aquellas grandes fallas
Sus nombres encriptados en códices dentro de mis memorias
Mis poemas, mis poemas se han conformado más de mi que de ellos.
Más en mis manos que en sus dedos.
Termino con este recuento.
Que me recuerda que soy yo la protagnista de cada uno de estos cuentos
Que no me conformo con compartir un escenario.
Al menos, que sea de la forma en la que yo lo quiero.
Que si es egoísta...
Que si no lograría tocarlo
Que si no hay espacio para deseos totalizantes.
Hoy, años después reafirmo que es posible.
Que el amor como se quiere, existe.
Que hay espacios en los cuales simplemente no se exige.
Por que se da de la misma forma en la cual se recibe.
Y eso, me ha costado la vida.
Pude ser más paciente.
Pude esperar dentro de esta guarida, de letras, de historias, de vidas ajenas.
Pero he sido lo que he sido
Y ese he sido, hoy me convierte en la mujer que quiero.
Y me ha traído el amor que he querido.
Que quiero
Y por el cual estoy dispuesta a entregar mis tardes de verano
Por ver el amanecer a su lado
Por sonreírle temprano
Por abrazarlo cuando hay sueño
Y acariciarlo cuando un beso nace de su mano en mi mano
Me despido de mi yo del pasado.
Que me lea cuando haya tiempo de escribir de otras formas de amarnos.
Que aunque no sea el amor infinito que buscamos, por que el amor siempre necesita estar de acuerdo con el tiempo, con el cielo, con los astros.
Que sepa que lo hemos disfrutado.
Que ha sido un sueño profundo
Con los pies sobre la tierra y nuestro cielo entero entre los brazos.