Intento alejarme de las suaves líneas llenas de amor
De los puntos suspensivos que quedan como único indicio de algún cuento anterior
Pero me es imposible aceptar que no queda en mi más amor
Que ver mi mesa llena de flores en primavera, no es símbolo del romance que se exhala a mi alrededor
Y si bien es cierto que he amado de más, ¿quién si no yo da aquel valor?
Si he amado en justa medida, ¿qué daño haría si hoy, amo a un grado mayor?
Regreso, como exiliado a su patria
Como quién no conoce más vida que aquella llena de amor
Habría hecho las pases con amores banales, por querer concluir que mi máxima no era el romance sino el deseo y el calor
Pero soy un hombre doméstico y las flores en primavera me llenan de nuevo la pluma de ganas, de compartirme con las flores del amor
Una línea se convierte en dos y mi musa aparece invocada por las velas a mi alrededor
Acaricio su palabra en mi boca, sin querer explicar su abandono o mi olvido
Sin más que el amor que viene a mi boca y el galanteo que crece tan natural entre mis hojas
Intento alejarme de las velas rojas, de las plumas delgadas
De cualquier indicio que me grite que del amor no se escapa
Pero es tarde y a la primavera le quedan aún varias semanas
para engullirme por completo
para arrastrarme con ella por mar o por viento
Y hacer de mis líneas un romance más para esta cuenta cuentos.