La sensualidad de la mujer me enloquece.
Me da conciertos por las noches, que entonan notas negras
Como la piel de las morenas.
¿Y quien podría decir lo mismo de la sensualidad del hombre?
¿Quien ha escrito acerca de la manera en que imponen al caminar?
Del vaivén de su abdomen al hacer el amor.
De su pecho encendido, de su voz ahogada.
De su delicadeza al apartarte el cabello de la cara y besarte;
De sus miradas constantes.
Él, merece tanto elogio como ella.
Y se lo doy,
Hoy en palabras.
Mañana en caricias.
En homenajes vivos, en homenajes quedos.
A él.
Cráter de dudas, tormentas de voz.
Como cuentos de noche.
Como la nieve alumbrada por la luz de luna.
A él que ha hecho de la vida un rocío.
A la mujer, una aurora.
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