sábado, 4 de febrero de 2017

Encontrarte

Encontrarte debajo de las colchas,
Con la piel calientita,
Con los ojos entreabiertos,
Con los labios hechos puchero.

Encontrarte con fuego en la garganta,
Con humo envolviéndote toda la cara,
Con los dedos sobre teclas imaginarias
Con el café frío que calentaste por la mañana.

Encontrarte hecho un dios,
Hecho magia.
Hecho hombre, del mismo polvo que se acumula en las ventanas.

Te he visto.
Apareces por las calles,
Sobre nubes y desde ahí cantas.
Hombre,
Te he soñado,
Más de un par de noches en lo que va de la semana.

Sé que llevabas años caminante
Sé que llegaste buscándome.
Y yo
Que he reído más de lo que cualquiera consideraría posible
Que he llorado hasta purgarme de anhelos
Caminé hasta encontrarte.
Con las piernas enredadas con las mías
Con los huesos moldeados por la fuerza que se necesita para ganarle,
Por hoy,
Al tiempo.

Encontrarte con esa mirada
Que platica con tu voz lo que causa a un hombre el contacto caliente con la vida
Con la muerte.

Encontrarte hecho trizas
Con las letras arrojadas, impenetrables.
Que lastiman tanto como alivian.

Encontrarte con la cara llena de alegría
Con los gestos de tu hijo y de tu madre.
Con la inocencia de él, niño.
Con la felicidad que sólo puede causar en nosotros tu sonrisa.

Encontrarte hecho parte de mi vida
Con tus besos hechos labio entre mis labios.
Con tus dedos hechos risa que se escapa a chillidos por mi garganta
Con mi cuerpo hecho tuyo cada mañana.

Encontrarte no es hazaña fácil
Es comparable a la hazaña de intentar encontrarse a uno mismo.
Es luchar contra demonios e ir de la mano de otros.
Es encontrarte a diario.
Es buscarte por todos los rincones de la casa

Por todos los rincones de las calles que camino sin tu mano en mi mano.
Encontrate hecho hombre.

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