lunes, 26 de septiembre de 2016

Contemporáneo

Te pasa a veces que las palabras no te dicen nada? Son sólo glifos que parecen más bien una construcción arquitectónica, burda.

Te pasa que todo de repente encaja pefectamente, que caen los velos y todo, todo carece entonces de explicación?
Es y ya.

Le faltan agallas a quien no lo logra descifrar.
Coraje,
Dolor tal vez.

Somos un entramado de significados que se hacen plabra, acción, voz.
Somos y a veces no.
A veces me place escribir, a veces sólo me es necesario.
Vómito emocional que se acentúa cuando se vuelve verbal.

domingo, 25 de septiembre de 2016

Agua que corre, agua que tiene nombre.

Hoy ves en él felicidad.
Hoy despertaste entre una ráfaga de besos.
Dormida aún, con los ojos entre abiertos.
Pequeñas imágenes de su boca,
De sus cabellos entre tus dedos.
Sus labios y en ellos todos los escritos que te ha versado.
Lo miraste a los ojos, dulces ojos.
Y sonreíste, como sonríes en estos momentos.

Ves su cara
Reconoces eso que todos te dijeron inalcanzable.
Ves como sus ojos se iluminan cuando se cruzan con los tuyos.
Y respiras bajito en lo que su cuerpo encuentra el camino hacia el tuyo.
Ves en él la fuerza que creíste derrotada.
Ves en él la ternura que pensaste olvidada.
Y llueves.
Feliz.
Escurren gotas saladas por tu cara.
Acompañadas siempre por la miel de sus palabras.
No hay diferencia, sabes.
Entre llorar de felicidad y llorar de tristeza.
La lluvia es lluvia.
Moja, y sólo así da vida.

Hoy vas por la vida con su mano entre la tuya.
Entrelazadas como se entrelazan las vidas.
Hoy ves en su cara la definición del amor.
El amor, que es siempre el mismo.
Que hoy está escrito en su cara, en su cuerpo, en sus fotos, en su palabras.
Sus palabras de madrugada.

Le has amado esta madrugada.
Le has dicho al oído que has visto su cara.
Que en ella reconoces eso que todos dijeron inalcanzable.
No ha hecho falta decirlo textual.
Él lo sabe.

domingo, 18 de septiembre de 2016

Libertad I:

El poder.
¿Qué tanto se ejerce sobre la idea de la libertad?
Cuan propensos somos a violar los principios básicos sobre los cuales se basa la idea libertaria.
El poder tan hablado, tan sobre pensado. El poder y su condición en nuestro actuar. El poder y su simulada libertad, sus promesas de libertad.
Quien ejerce el poder simula una superioridad que le obliga a tener la libertad de los demás en sus manos. Él es quien se convierte en el margen de libertad de los demás. Él se asegura de resguardar y de ampliar o disminuir la libertad de aquellos, dependiendo del juicio de éste.
Nuestra libertad está sujeta al juicio de  alguien más. En una época tan globalizada es ilógico pensar que es sujeta a un sólo hombre quien ejerce ese poder. Más bien se trata de estructuras de poder, que se transmiten y se legitiman entre ellas mismas. La reciprocidad que se tiene entre éste poder ejercido y quienes lo reciben es intrínseca al poder y a la libertad.
Solo somos tan libres como creemos serlo. Y creemos solo lo que hemos sido llevados a creer.
Prisioneros entre paredes de un sistema monstruoso, que sólo da placer a quienes estén dispuestos a claudicar. O a quienes nunca han cuestionado su libertad.



Libertad II:

Somos libres.
Lo ha dicho mi abuelo y le creo.
Somos libres y no ha quedado más que creer y crear los márgenes propios de esa libertad.
Él ha sido tan libre como ha querido, dueño de su tiempo.
Entregado con amor al campo.
La tierra como ideal de libertad.
¿Quien soy yo para cuestionarlo?
El ha sido libre toda su vida
Ha leído más que yo y no cayó en el juego de creer saber más.
De querer definir lo que es la libertad.
Y todo mi escrito queda anulado con la idea de mi abuelo como insignia.
Con su descendencia como prueba de su libertad.
Ninguno goza de la vida como ese señor.
Ninguno habla como de un amigo de su creador.
La idea de la muerte sujeta en gran medida la idea de la libertad,
Y él, ha dejado de morir a diario.
El muere un sóla vez y llegará sin sorpresas.
Llegará sin angustia.
Vive libre, cada día màs fresco que el último.
Vive libre.
Y son las arrugas en su rostro,
La blancura de sus dientes, de su cabello,
Lo único que me limita en pensar que es eterno.
Señor Modesto.
El hombre que me ha dado la fuerza para pensar en la muerte.
Que ha construido un imaginario delicioso tanto de la vida como de ella, la muerte.
El vive libre y vivirá libre hasta que su cuerpo no le siga la corriente.
Hasta que su cuerpo decida que ya no es libre para ir por el campo,
Para caminar conmigo de la mano, para bailar con los coyotes riendo a carcajadas.
Míralo riendo a carcajadas.
¡¡Cuán vivo, cuán libre!!
Iluso tú que cuestionas la libertad.
Que vives en plazos, que vives a ratos.
Mira su risa y desinhíbete.
Somos libres.
Lo ha dicho Modesto,
Y yo, niña mujer, más que creerle, lo vivo.

lunes, 12 de septiembre de 2016

Fémina.

Soy una mujer brutalmente frágil
Y creo que precisamente ahí se encuentra mi fortaleza, que siempre había visto como debilidad.
Soy una mujer frágil, que llora cuando cualquiera hubiera gritado
Una mujer que hoy sabe que gritar no es sinónimo de fortaleza.

Soy una mujer frágil que sólo ama con el alma.
Que defiende al amor como cualquiera defiende a la libertad.
Porque soy una mujer que sabe que la libertad nunca va separada del amor.
Que el amor siempre va de la mano de la libertad.

Soy frágil, me veo a mi misma en los demás.
Siento sus corazones tan pesados como el mío.
Que carga desde hace años el peso de saber qué es ser parte de la humanidad.
De la responsabilidad que eso significa.

Quizá yo misma me lo he adjudicado, pero eso no lo hace menos real.
Soy frágil, lo digo con orgullo.
Por los muchos que nunca tuvieron la suerte de poder detenerse a llorar.
Por los hombres a quienes se les ha dicho que no se debe llorar.
Soy una mujer que se quiebra.
Que sonrie las mismas veces de las que se quiebra.
Pero que definitivamente se quiebra.

lunes, 5 de septiembre de 2016

Visceral

Hemos hecho el amor hasta morir de risa.
Él ha comido de mis entrañas hasta saciarse de tanta visceralidad.
Y yo, intentando no abrirle el craneo para lamer lo suave de su pensar.

Voy de puntitas por sus sueños, intentando no despertarlo.
Cogiendo por la cola a todos sus demonios
Arrojándolos por el borde para que caigan al pie de la cama
Donde cada noche dejo a los míos.

Al amanecer, sus ojos tardan en abrir.
Su aroma está pegado a mi piel
Y su cuerpo entrelazado con el mio.
Los demonios suben poco a poco
Apoyados por las montañas de ropa,
Cansados de pasar la noche en vela.
Extasiados de pasar la noche sin tener que divagar por nuestros sueños.
Regresan felices.
Pero regresan,

Me he preguntado si me amará mañana.
Lo he preguntado tantas veces que duele admitir cuántas.
Hoy le he preguntado que si se quedará esta noche.
Le he preguntado sobre la muerte.
Me he preguntado si me amará mañana.
Se han hecho presentes.
Tiemblo de miedo,
Anoche temblaba de felicidad.
Anoche, su cuerpo era el único templo.
Sus ojos el universo.

Mis demonios regresan cada mañana.
He aquí la importancia de su presencia sobre esta cama.
De su presencia a lo largo del día.
Su templanza.
De la paz que exhala sobre mi cara.

He querido comerme sus entrañas.
Fantaseo con lamer los huesos de su cara, arrancar la piel de sus labios, masticarla y que pase acariciando mi garganta.
Me he preguntado si me amará mañana.
Si mis confesiones de caníbal son poco o más de lo que esperaba.
Me he preguntado cada noche si su presencia será fugáz.
Si su amor como su piel se deterioran con el tiempo.
Si debo consumirlo como se consume una focaccia.
Si sus huesos deben quebrarme los dientes o chocar contra los míos ritmicamente.
Me he preguntado tantas veces si su piel sabrá a lo que saben sus palabras.
Si su miel es miel que nace de sus entrañas.
Si le da sabor a su cuerpo,
o si sólo da sabor a sus palabras.
Me he preguntado si viviría feliz con su mano en mi mano.
Si mi mano se arrugaría antes que la de él.
Si sus cabellos serían blancos o plateados.
Me he preguntado si debiese consumirlo de una vez.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Existir.

Había una caricatura que cuestionaba,
te hacía cuestionar la "realidad" en la que nos encontramos.
Entraba en el micro universo de los átomos que conforman el borrador de un lápiz.
Nuestra realidad es tan legítima y tan ilegítima como la realidad de un mosqiuto o de un olmo.

Imagina,
la guerra de nuestros globulos blancos,
luchando contra un virus invasor.
Maximiliano no pudo conquistar como lo hace un virus o un parásito.
Sin embargo, él es humano y forma parte del devenir humano.

¿Quien ha dicho que los seres humanos tenemos algo extraordinario?
¿Qué nos ha hecho creer que la tragedia humana se encuentra fuera del orden/caos natural del existir? ¿La consciencia es trágica o lo contrario?
¿Quien ha definido diferencias entre instinto y consciencia?

Vamos por la vida creando significados, dándole sentido a lo que vivimos.
Que si las estaciones, que si la luna.
Migramos para no morir de hambre,
para no morir de estrés.
La flora y la fauna también sufren de hambre,
también sufren de estrés.
Pero el hombre crea fronteras, limitantes, que impiden deslpazarse sin más.
El hombre, consciente de su tragedia prefiere ver sufrir a todos que claudicar; facilitar la sencilléz de la felicidad.
Que si no se gana la vida, ¿qué sentido tiene ésta?
Que si el sufrimiento no viniera, ¿qué goce daría la alegría?
Afirmaciones conformistas que muestran cuan cobarde es la humanidad.
Pensamos desde una sola realidad.

Ciegos y egoístas estamos destinados a la extincción.
Entonces no habrán ojos que lean nuestros sentimientos codificados a idiomas.
Serán sólo aullidos que se llevó el viento.
Que nadie logró recordar, por que nuestros escritos a la luna son tan trascendentes y desgarradores como el aullido de un lobo a la misma luna.
Sólo yo tendré el peso de la existencia, de su falta de essencia.
La existencia es lo que es para cada cuál.
Para el lobo romántico,
para el hombre errante,