viernes, 26 de diciembre de 2014

Yo.

Hoy me siento ante un yo imaginario que me observa al otro lado de la pantalla. Un yo que no se parece en nada a mi y sin embargo coincidimos. 
Me gusta creer que no soy la única persona en el mundo, que las personas vagabundas que rondan por el cyber espacio perdidas tras un alias, tras códigos e interfaces, también son reales como yo.
Pero ahí es donde mi creer choca y me rebota en la cara. ¿Soy real en el momento en el que soy leída... aquí ? En un espacio tan imaginario como la misma fe. Tan simbólico y necesario como ella.
Soy real. ¿Soy real en algún momento? ¿O siempre soy imaginada por alguien más? Por mi misma incluso. Imaginada y percibida por recuerdos y sentires, que no son siquiera. 

No son míos, no soy lo que creo que soy. 
¿En qué consiste ser? ¿Qué determina la esencia de las personas; de los objetos? 
Quisiera saber la multiplicidad de seres que me conforman, la multiplicidad de imágenes, de palabras, de olores y sentires que me identifican ante los demás. Quizá ello me haría sentir un poco más "real". Un poco más aquí... un poco más quitada de la pena, un poco menos interesada en querer justificar la falta de verdad, la falta de orden, la falta de todo lo que se puede cuestionar. 
Sigo sentada ante personas irreales, leyendolas y enterándome que yo soy la que no puede ser considerada real. Que yo no estoy aquí, está la chica que todos conocen por tal o cual razón. Por tal o cual circunstancia, por algo menos de lo que recuerdo. 

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