martes, 15 de diciembre de 2015

Alunado (2)


Hoy camino a casa, miré el cielo.
Escuché el aire correr por las hojas de los árboles, enormes, sobre mí. Me sentí viva.
Hoy había un millón de estrellas, ayer había solo una. Ayer había luna.
Ayer veía a la luna con gente a quien apenas conocí.
Hoy miraba el cielo y parecía que apenas hoy lo conocí. Jamás como hoy amé lo vasto de su infinito. Hoy conocí al cielo. Hoy lo amé como ayer amé a cada persona con quien reí.. Ayer entendí lo caótico de las relaciones humanas. Lo difícil de entenderse a pesar de hablar el mismo idioma. Que los gestos son más que cuestiones físicas, que los abrazos agradan tanto que incomodan. Y apenas ayer la luna se había escondido de mi. Se había alejado como yo de este mundo. Se había perdido entre el sinsentido. Él tampoco la vio. No había tiempo de mirar al cielo. Introspectiva. Un sillón, un porro y mucha risa. Yo ahí, quizá en otra vida. Yo aquí, buscando entre el cielo a una luna. Mi cabello con olor a humo. Humo que apenas anoche la cobijaba. Me ha abandonado. A dónde ha ido mi luna?

Se ha perdido entre las estrellas, se ha sentido deslumbrada por ellas. Ha querido dormir conmigo y sin lograrlo ha soñado despierta. Yo no duermo a su lado esta noche. No por falta de ganas. Me he atorado entre cuestiones más graves. Mortales. He olvidado la falta de sueño, me he comido hasta odiar hacerlo. Introspectiva. Exceso. He caído hondamente en excesos. Cavando pozos para salir de charcos. Y ellos, todos ellos, ciegos, sin pensarlo se han convertido en eso. Felizmente infelices. No se han sacudido el ego, yo me he vuelto a cobijar con él. Me ha quedado grande, resbala de mi espalda pero vuelvo a montarlo. Ahí sé que monta guardia. También la busca. Ella, bella. Huye como quien huye de un asesino, se cobija entre estrellas, se enreda entre el humo, renuente a ser vista por ojos débiles. Cautivados por bellezas de plástico y cartón. Ojos que no admiran su danza por el cielo, que no se percatan de los días en que ella ha abandonado su recinto. Luna bella. Hoy no he vuelto a ser digno de verte danzar por las nubes, entre estrellas. Pero he sentido y eso ha sacudido enormemente a mi ego. He visto las sombras de ayer, te he visto, silueta tenue entre un cielo vasto. Belleza radiante acompañada de sentires demasiado placenteros para palabras. He aquí haciendo homenaje a la vida. Ubicada al pie de tu ventana. Tu trono donde los mortales nos asomamos por si acaso esta noche aparecerás, entera. En fase. Dejando abierto un resquicio por dónde admirarte. Luna, bella. Me has descubierto sonriendo.te

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