miércoles, 10 de agosto de 2016

Amarillo.

Ciclos nuevos que van dejando de arrastrar lo que siempre pesó cargar.
Que para evitar la fatiga, se ataron con lazos a tu cadera
Y así fueron jalados por ahí.
Por falta de saber cómo o dónde dejarlos.
Más bien falta de ganas.

Yo soy, seré siempre azulada.
Cuando pienso en mí, pienso siempre en lo que duele.
Lo que no se ha logrado sacudir de mi alma.
Despues,
pienso en ella,
la madre, la hija, la hermana.
Todas como condición mía.
Y la alegría siempre me llena la cara de arrugas.
En ellas siempre llega primero la alegría.

Azulada,
El complemento perfecto del amarillo.
Mi color favorito.
Sea verdad o no.
Es, el color que me atrae,
No sé pues si sea mi favorito,
Sólo sé que me gusta, que lo prefiero.
Como prefiero el sol a la luna,
aunque la luna me seduzca más.
Aunque mis letras sean para ella y pocas veces para él.

Soy azulada en cuanto me pienso,
en cuanto cuestiono los caminos que tomo.
Soy azulaa hoy por ejemplo,
entre un vuelo y otro
De alegre conversación con un perfecto extraño.
Brillo entre la opacidad de mis ojos que besan a quien sea que los ve.
No a aquel que sólo los mira.

Pienso en las voces que tengo
bonitas, audáces, sonoras y quedas.
Azulada o no.
La vida resplandece bajo el azúl del cielo,
que acompaña con tranquilidad la agitada vida diurna.
Y con insolencia se opaca al anochecer.
Azulada.
Complemento perfecto del amarillo.
Mi color favorito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario