sábado, 12 de noviembre de 2016

Astilla.

¡Hay!
A diferencia de la palabra que se cuela en mi alma,
ésta parece traer con ella un matíz agógico.
Pone el toque inicial y deja a mi mercéd la ejecución.
Hay por dónde moverse.
Hay por dónde andar.

Cuantos besos quedan por rozarte el alma,
Cuantos segundos hay entre hoy y la eternidad.
¡Tantos!
Y hay más a cada afirmación.
Cada camino que cumpla con la promesa de andar, es posibilidad.

Hay y es una certeza que habrá.
Tomemos caminos, sólo así el andar existe.
A cada paso se reafirma el camino.
Porque hay camino.

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